lunes, 23 de julio de 2012

Divisionarios, un testimonio gráfico (Artículo de José Luis Orella en diarioya.es)


José Luis Orella.  El libro Divisionarios. Testimonio gráfico de los combatientes españoles de la wehrmacht, de Pablo Sagarra, Oscar González y Lucas Molina de la Esfera de los libros, es una lectura muy agradable para estos días de verano. En un espléndido formato, trata de la vivencia de aquella generación de jóvenes españoles que partieron voluntarios a luchar contra el comunismo en 1941. 



37 de aquellos supervivientes, de diferentes rincones de España y de distintos oficios, nos retratan a través de las entrevistas realizadas, cuales fueron los motivos por los que fueron a combatir, y las experiencias que tuvieron en aquellos lejanos páramos. Los autores, ya curtidos en obras del periodo, han sabido canalizar muy bien las vivencias de estos voluntarios, para que nos resulte una narración verídica, entretenida y apasionante de leer. 
 
El libro, configurado como un álbum de fotos, reúne de colecciones privadas una serie numerosa de fotos inéditas sobre aquella participación militar española, conocida, pero en la actualidad muy mal explicada por algunos profesionales. 
 
Esta obra, completa junto a otras de reciente aparición, la verdadera epopeya de unos hombres que (leer artículo completo en http://www.diarioya.es/content/divisionarios-un-testimonio-gr%C3%A1fico )

viernes, 13 de julio de 2012

El pecado original de Federico (Javier Marías en El País)


Nunca dejaremos en paz a Federico. Cuando lo mataron, fusilaron la inocencia. Desde entonces no ha habido paz. Ni para sus huesos ni para su obra, ya en la memoria de las gentes contra sus enemigos; e incluso contra sus amigos. Lorca ha sido un recurrente expiatorio de la mala conciencia de este país cainita llamado España; y un cadáver arrojadizo.
Pero su teatro ha tenido mejor fortuna que el teatro de Valle Inclán, por ejemplo. Llegó antes a los escenarios de España y fue asumido por el franquismo en parte como expiación y en parte porque la onda expansiva de Lorca fue imparable desde su fusilamiento. Había ciertas cautelas; pero Lorca se pudo hacer y editar relativamente pronto; antes de acabar la guerra algunos falangistas ya lo reivindicaban como el mejor poeta de España. Acaso porque siempre detestaron a la CEDA y fue un militante de ésta, Ramón Ruiz Alonso, el que lo denunció. Con su reivindicación defendían la inocencia, incuestionable, de Luis Rosales y sus hermanos, jefes de la Falange granadina.
Recientemente se ha estrenado una ópera sobre cuyos merecimientos la gente no acaba de ponerse de acuerdo. Da igual; es una muestra más de Lorca para todo y para todos. La más clara imagen de ese manoseo impúdico de los 'buscahuesos' y de la memoria, tan funcional como histórica, es Lorca abrazado por Ana Belén en un montaje fotográfico empalagoso: la belleza, siempre enigmática y distante de la sin par Ana Belen y la alegría natural y recelosa de Federico.
Esa imagen solo podría ser superada por una foto de Ian Gibson rezando ante una urna cineraria con las cenizas del poeta. ¿Cuál es el verdadero Lorca? ¿Por qué se 'absolvió' su teatro, 'fácil', antes que el de Valle Inclán?. Lorca fue una vida truncada: una obra ya plena y, además, en fecundo desarrollo. En su teatro difícil, visionario y revolucionario, nunca entendido todavía, está el gran Lorca inconcluso. No es apto para turistas.

lunes, 9 de julio de 2012

En la hora del adiós a Gustavo Pérez Puig



Por Lorenzo García.
Por estas fechas (verano de 1971), ahora se cumplen cuarenta y un años,  atravesé las lomas de la Casa de Campo madrileña en aquel venerable autobús japonés  del PMM, hacia los estudios centrales de  TVE, enclavados en el famoso Prado del Rey, junto al regimiento de redes y transmisiones. (Mas tarde supe que desde allí se controlaban los movimientos de los submarinos del Estrecho).
Había permanecido  casi cuatro años en la nueva escuela oficial de RTV (gracias al dinamismo cultural de Manuel Fraga) que quiso ser lo que había representado la venerable  Escuela Oficial  de Cine de Sáenz de Heredia. Al menos estuvieron ubicadas en le mismo edificio de la Dehesa de la Villa. Dado mi modesto currículo, tuve la inmensa suerte de ser destinado como programador a la Dirección de la Segunda Cadena, primero en la sección  de programas “específicos y varios” (como adjunto a  Manene) e inmediatamente al departamento de dramáticos. Eran los últimos meses de la gestión de Adolfo Suarez como Director general de RTVE.
En aquel entonces  conocí a Gustavo y fue precisamente durante la grabación aquel año de la obra  para  tv y teatro destinada a Estudio1: Doce  hombres sin piedad. 

(leer artículo completo en http://laclavecultural.blogspot.com.es/

Novedad editorial: Capellanes en la División Azul : los últimos cruzados de Pablo Segarra


(Portada del libro de Pablo Segarra -Editorial Actas-)

El episodio histórico interpretado por casi 50.000 españoles en el frente ruso durante la Segunda Guerra Mundial mantiene un vigor imperecedero. Su dramatismo y magnitud magnetizan a todos los amantes de la historia de España. Se suceden libros —de diverso tipo— que hablan sobre ellos pero aún no se vislumbra el día en que hayamos agotado el tema divisionario. Quedan muchas historias por contar de la campaña rusa. Esta obra nos acerca a un aspecto jamás estudiado hasta ahora: los hechos religiosos, históricamente relevantes, que se suceden en el origen y desarrollo de la División Azul y de las Escuadrillas Azules. El autor, Pablo Sagarra Renedo, narra la cruzada contra el bolchevismo iniciada por Hitler contra Stalin, a la que se apuntó Franco con gran entusiasmo, así como la historia de los capellanes que acompañaron a las tropas españolas y la historia de los propios voluntarios que vivieron esa cruzada en primera persona; ellos fueron a matar y morir por ella —más de 5.000 no regresaron a casa— y además, protagonizaron una singular convivencia con el pueblo ruso que, por su cordialidad, encendió las alarmas del mando alemán. La profundidad del análisis efectuado y el manejo masivo de testimonios personales y de fuentes escritas contemporáneas, muchas de ellas inéditas, convierten esta obra en una referencia historiográfica de primer orden. El autor combina ... (reseña completa en http://www.actashistoria.com )

Placas de excombatientes de la División Azul llegan al Archivo Militar (La Gaceta 14-6-2012)


Un total de 173 placas de identificación y otros objetos de combatientes de la División Azul, recuperadas de cementerios rusos, se encuentran desde hoy en el Archivo General Militar de Ávila, según informa el Ejército de Tierra. La Dirección de Asistencia al Personal del Ejército de Tierra ha entregado las 173 placas y una botella que contiene el expediente médico de un teniente, pertenecientes a componentes de la 250 División Española de Voluntarios, conocida como División Azul, al Instituto de Historia y Cultura Militar.

A su vez, todo este material ha sido entregado al Archivo General Militar de Ávila, donde se conserva la documentación referente a los voluntarios españoles que lucharon en el frente ruso durante la II Guerra Mundial. La recuperación de estos efectos ha sido posible gracias al convenio que el Ministerio de Defensa tiene suscrito con la Organización Alemana para la Conservación de Cementerios de los Caídos de Guerra (Volksbund Deutsche Kriegsgräberfürsorge), una asociación humanitaria encargada del mantenimiento de las tumbas en los cementerios de los caídos de guerra alemanes en todo el mundo.

Uno de estos camposantos es el de la ciudad rusa de Nóvgorod -cerca de San Petersburgo-, donde en 1997 se inauguró una parcela para los caídos españoles en ambos bandos. A causa de una expropiación de terrenos en el cementerio, que afectaba a parte de la parcela española, los restos que allí reposaban fueron exhumados. Durante esa operación se retiraron 164 placas de identificación con nombres y apellidos y otras nueve sin identificación. Estas son las que han llegado hoy al Archivo Militar de Ávila. La División Azul fue integrada por unos 46.500 españoles hasta que concluyó la misión en otoño de 1943, de los que se estima que 5.000 perdieron la vida a causa del combate y de las duras condiciones meteorológicas del invierno ruso.