sábado, 26 de noviembre de 2011

Presentación de 'Palabras en azul' (Ed. Barbarroja)

SANCHEZ-SILVA, CIEN AÑOS Por Enrique de Aguinaga (*)


(Enrique de Aguinaga)
Por el interés y calidad literaria del artículo y por lo que de merecido homenaje supone a José María Sánchez-Silva, reproducimos este artículo publicado en ABC (24, noviembre, 2011) que atañe a otros tantos joseantonianos; autor y homenajeado.

“Siempre sabrás la edad de José María -- decíamos--, porque su fecha de nacimiento es inolvidable: el once del once del once”.  Decíamos José María Sánchez-Silva, indisolublemente asociado a “Marcelino, pan y vino”, que murió en 2002 y que ahora ha cumplido su centenario.

Me consta el mutuo afecto de Cela y Sánchez-Silva, desde los tiempos de la calle Larra. Cela, ante la muerte del amigo, que solo le precede en cuatro días,  le dedica su último artículo, que se publica como texto póstumo en ABC. En su escrito final, Cela  reconoce que “la critica y la historia literaria no han sido justas con la memoria y la consideración de Sánchez-Silva”, que “hace tiempo que su nombre se había descabalgado de la nomina de los que interesaban a los estudios del fenómeno literario”. Y añade: “Todos sabemos que sobre estas lucubraciones influyen siempre el calendario y la política”.

Siete años antes, había encabezado con  un profundo “Mi querido amigo” la carta que le dirigió en “ABC”, “Carta a un amigo, en su blocao” (1994): “Estoy empezando a pensar que ya no existo...y que no somos ni tu ni yo, sino figuraciones, espejismos, sombras fantasmales, semimuertos que andan mareando a los herederos que se impacientan porque no las tienen todas consigo”.

José María le había escrito a Camilo, una detrás de otra,  cuarenta cartas (es admirable la vis epistolar de Sánchez-Silva, que en un tiempo, así me lo dijo, llegó a escribir doce cartas mensuales a una famosa actriz catalana) Y José María, cuando completa la baraja de las cuarenta cartas, considera que tiene que destruir la situación:“Tu carta numero 40 no puede ser la última --le contesta, en “ABC”, Camilo a José María--; tu y yo tenemos la obligación de resistir y seguir. A todos nos asestan puñaladas pero no olvides que, en ciertas ocasiones, una sangría puede ser saludable. Tu en tu blocao y yo en el mío, los dos tenemos la obligación de morir con las botas puestas, quiero decir con la pluma en la mano. Aparta malas ideas de la cabeza, no pidas nunca a nadie más de lo poco que pueda dar de si y sigue escribiéndome hasta que se te pare el corazón”.

(José María Sánchez-Silva)
Poquísimos lectores de “ABC” sabíamos que esta era una carta de Cela a Sánchez-Silva, aunque Camilo no pusiera el nombre del destinatario, “porque no hay que dar tres cuartos al pregonero”. Y le llama “mi querido N.N.”, como le habría podido llamar “mi querido prohibido”. 

A su muerte, el silencio de escritores diarios confirma la observación  de “Ecclesia” (“Su nombre está silenciado en panoramas de la literatura contemporánea.”) y de   Miguel Ángel Velasco, director de “Alfa y Omega” (“Los medios de comunicación de este país lo han silenciado sectariamente”). “Ecclesia” simplifica la causa de la proscripción de José María y deja abierta la cuestión a todos los añadidos y matizaciones: “por diversos motivos, entre ellos quizá el de ser escritor católico y el de haber escrito la biografía laudatoria “Franco, ese hombre” (1964)”.

¿Hasta cuando la obstinación  en borrar la realidad? ¿Hasta cuando la sistemática tergiversación de la historia? ¿Hasta cuando la irracionalidad de los tabúes? ¿Hasta cuando la ferocidad de la censura invisible?

Trato de contar a José María Sánchez-Silva, autor del cuento español más famoso del siglo XX; a José María, que es el  único español que ha obtenido la Medalla Internacional Hans Christian  Andersen (1968), llamada “pequeño Nobel” o “Nobel de la literatura infantil”.

Estoy hablando del articulista grande, amen de guionista y director; del periodista que, cuando no se viajaba, dio la vuelta al mundo y lo contó; del premio “Mariano de Cavia” (1947), Periodista de Honor (1964) y Premio Nacional de Literatura (1957), de Periodismo (1945) y de Cinematografía (1955);  del padre de “Marcelino, Pan y Vino”, “Historias menores de Marcelino, Pan y Vino” y “ Aventura en el cielo de Marcelino Pan y Vino”; del gran epistológrafo (“Carta de un niño a Dios”, “Carta a mi”, “Carta a la lluvia”, “Carta al cine”, “Carta a las madres”, “Carta abierta al general Casinello”, “Carta del amor hecho”, “Cartas a un niño sobre Francisco Franco”...); del inventor de “Luiso” y de “Ladis”; del narrador de “El hombre de la bufanda”, “La otra música”, “No es tan fácil” o ”La ciudad se aleja”; del biógrafo de “Juana de Arco” y “San Martín de Porres”; del historiador sagrado de “Adán y el Señor Dios”, “Jesús creciente” y “La adolescencia de Jesús nunca contada”;  del cuentista de “La burrita Non”, “Adiós, Josefina  o “Colasín, Colasón”; del cronista de  “Historias de mi calle” y “Memorias de un niño de la calle” .

 (Célebre fotograma de la versión cinematográfica de ‘Marcelino Pan y vino’ dirigida por Ladislao Vajda en 1955)

En la ocasión del 11 de noviembre de 1959, cuando  cumple cuarenta y ocho años, cuando celebra las bodas de plata con la literatura y el periodismo, cuando  recibe el homenaje nacional y la Gran Cruz de la Orden de Cisneros, cuando Ramón Gómez de la Serna, Ramón el Grande, desde Buenos Aires, le escribe que “con la palanca de su pluma ha llegado a mover el mundo”, Sánchez-Silva hace una recapitulación de su vida y eleva a definitivas sus importancias provisionales: “Me importan cada vez más los otros, los demás. No es esta una actitud desinteresada: es que “los demás” soy yo, es que yo “estoy en” mi prójimo, es que, cuando me han ordenado amarle a él, sabían que ese amor me salvaría a mi principalmente”.

Para las generaciones de la guerra, “el otro” es el que está enfrente. Por eso, entre los artículos de Sánchez-Silva, tengo una devoción preferente por “Arenga a los muertos”, que se puede catalogar como poema, que, por encima de las catalogaciones, considero artículo de prueba, articulo esencial,  y que, a modo de reliquia, conservo en su papel original, quebradizo y reseco, impreso a toda plana,  pagina señera de contraportada, doble que los formatos hoy habituales, como un bando mural, con  una  gran ilustración central y lujo de capitulares, en  letra bodoni del cuerpo 14.

Hay que pensar que la arenga está escrita en una doble y numantina posguerra, española y mundial, de combatientes que apenas han tenido oportunidad de dejar de serlo, de victorias en alto, de gloriosos entierros, de “ellos y nosotros”, de silencios profundos. Y Sánchez-Silva invoca, no a “los mejores”, sino  a todos los muertos, al universo de los muertos, incluidos expresamente “republicanos” y “rojos”, precisamente en “Arriba”, precisamente el Día de los Caídos (29 de octubre, 1945)

Todos sus libros los tengo en una estantería predilecta y todos están dedicados. Esta es la dedicatoria de “Jesús Creciente” (1985): “A mi amigo Enrique de Aguinaga, que es una de las tres únicas personas que saben que a este relato le falta el tercer capitulo final de la obra titulado “La llamada del Jordán”, escrito y destruido cuatro veces en cinco años y medio, que ahora está en el telar por quinta y última vez”.

Así escribía José María, muerto silenciosamente.”¿Tu crees que los muertos no se mueren, José María?” le pregunta Manuel Alcántara. Le contesta José María: “Estoy convencido. Nadie se muere”. Me lo dijo en letras de condolencia cuando murió mi madre (1959): “Desde antiguo, se nos tiene prometido algo a este respecto y no hay sino esperar. Aunque no estudié latín --ni nada-- sé esto: “Expecto resurrectionem mortuorum”.



(*) CATEDRATICO EMERITO DE LA UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID

domingo, 13 de noviembre de 2011

DEBATE ENTRE EL HISTORIADOR TORRES Y PERIODISTAS DE INTERECONOMÍA


En su edición del domingo seis de noviembre, el diario del grupo Intereconomía, La Gaceta, que dirige el periodista Carlos Dávila incluía un artículo a toda página dedicado a la División Azul firmado por el profesor José Luis Rodríguez Jiménez, bajo el ya de por sí insultante título de “Ni Azul ni de Voluntarios”. Todo ello después de que La Gaceta, como otros medios, ignorara el reciente Congreso Internacional de Historiadores celebrado en la Universidad San Pablo-CEU, en el que participaron todos los expertos, a excepción de Rodríguez Jiménez, nacionales o extranjeros, que han investigado o están investigando sobre la presencia de los voluntarios españoles en el frente ruso.
En la inauguración de dicho Congreso el general Agustín Muñoz-Grandes, hijo del primer jefe de la División Azul, afirmó que aún peor que una mentira es una verdad a medias y que, por tanto, es preciso denunciarla y evitar que se extienda. Parece como si Carlos Dávila, director de La Gaceta, le hubiera oído pero no escuchado aprestándose a poner su medio al servicio de esa “verdad a medias” o “mentira con algunas dosis de verdad” que practican autores como Martínez Reverte o Rodríguez Jiménez.

A nadie que conozca la bibliografía existente sobre la División Azul le pueden sorprender las tesis de Rodríguez Jiménez, autor de un libro de escasa difusión, que ha acabado en los mercadillos de saldo, significativamente titulado “De héroes e indeseables. La División Azul”. Texto lleno de errores, prejuicios, desenfoques, desconocimiento y manipulación de las fuentes que más debiera causarle sonrojo que orgullo pero que, a buen seguro, le permitió escalar posiciones académicas.
¿Por qué La Gaceta, diario que blasona de representar a quienes se sienten “orgullosos de ser de derechas”, según reza a propaganda de Intereconomía, encargó un artículo sobre la División Azul a un escritor cuyas tesis mejor cuadrarían en las páginas de Público? ¿Por qué La Gaceta, diario “orgulloso de ser de derechas”, ha cedido sus páginas para difundir las tesis de la izquierda y vituperar de paso a miles de españoles? No lo sé, pero me consta que más de un divisionario o un familiar de los mismos sintió ganas de vomitar cuando leyó el artículo de La Gaceta. Periódico que, a buen seguro, alguno ha dejado de comprar.
Para el artículo publicado en La Gaceta la División Azul no estuvo compuesta por falangistas/derechistas voluntarios; alguno hubo pero fueron una minoría, nos informa. Sin embargo, lo que sí abundaron, según tan docta opinión, fueron los jóvenes de clase baja (¿de dónde ha sacado este dato el articulista?) obligados a ir por el Ejército, reclutados a la fuerza en los cuarteles, desafectos al régimen, hijos de fusilados o de prisioneros republicanos recién liberados… Eso sí, José Luis Rodríguez Jiménez ha tenido cuidado a la hora de no reproducir su tesis de que los mandos militares fueron a Rusia por ambición, para ganar ascensos y pasta, no fuera a ser que por eso no pasara La Gaceta. Y, sólo veladamente, nos ha dicho que los voluntarios fueron a Rusia para ganar dinero. Con ello pretende ocultar algo fundamental: la existencia, en aquellos años, de una poderosa y fuerte ideología anticomunista. Y es que para la mentalidad progresista no es admisible que existieran jóvenes que voluntariamente quisieran ir a luchar y morir para poner punto y final al comunismo. Precisamente eso es lo que molesta de la División Azul.
El artículo de José Luis Rodríguez Jiménez, que es preciso contestar y denunciar, está lleno de verdades a medias que acaban falsificando y manipulando la historia. Pongámoslas en evidencia y juzgue el lector el grado de colaboración de La Gaceta en esa falsificación y en el menosprecio o el desprecio que sobre la División transmite el autor:

Artículo completo en 

LA FUNDACIÓN DE FALANGE ESPAÑOLA

Toda conmemoración o aniversario tiene mucho de convención, y en ella importa menos la presencia viva del recuerdo que la exactitud técnica del dato. Por ejemplo, no es lo importante que el cumpleaños de Jesús fuese de veras el 25 de diciembre, si no lo que la Navidad representa para los cristianos. Pues lo mismo pasa con la célebre fecha de nacimiento de la Falange. No es tal, pues Falange Española nace a partir de un acto y con posterioridad a él, y no es al revés, como suele considerarse. Pero de nuevo no es el detalle anecdótico lo importante. Quizá se pueda precisar como acta de bautismo el 2 de noviembre. Pero eso, qué más da. Para el mismo José Antonio  "El acto de la Comedia, del que se ha hablado aquí esta mañana varias veces, fue un preludio. Tenía el calor y todavía, si queréis, la irresponsabilidad de la infancia..." (Cine Madrid 1935).
El ambiente de la II República era cálido, tenso y conflictivo. No era el nuevo régimen una democracia liberal a la anglosajona, en la que todas las fuerzas políticas están de acuerdo con las reglas de juego. La izquierda consideraba a la República como suya en propiedad, negando la carta de ciudadanía a la derecha. A su vez la derecha se enrocaba en su títulos de propiedad, confiando en que la Guardia Civil contendría a los desheredados. La acción de fuerza, desde abajo o desde arriba, era considerada vía legítima y la dialéctica eliminacionista era normal. Tal es así que el acceso del partido ganador de las elecciones un año después al poder, era considerado inadmisible per se para ejercer la presidencia de gobierno por el Jefe del Estado, y la entrada de dos o tres ministros de ese partido en un gobierno de coalición, casus belli para la izquierda. Por ello fracasó de raíz el accidentalismo y la colaboración que intentó parte de la derecha.
En ese contexto se advierte el “no es esto” por parte de sectores intelectuales que habían visto con simpatía el vuelco de 1931. Uno de ellos era el entorno de Ortega, con un proyecto de “Frente Español”, heredero de la “Agrupación al Servicio de la República” en el que estaba García Valdecasas, catedrático de Derecho. Estaba en relación con el hijo del general Miguel Primo de Rivera, José Antonio, que se había entregado a defender su figura, alanceada por los mismos que le había apoyado o temido en vida. Por entonces los aviadores como Ruiz de Alda, que había cruzado el océano en el famoso vuelo “Plus Ultra” junto al revolucionario Ramón  Franco, ejercían un cierto rol entre deportivo y militar gallardo y d’annunciano que hoy no siempre se percibe.
Hay que tener presente que en ese momento hay convulsiones en Francia, que parece estar tan cerca del conflicto civil como España, y el comunismo ha sido frenado en Centroeuropa por diversas soluciones autoritarias. Italia celebra sus 11 años de régimen fascista, que se presentan bastantes exitosos, precisamente el 28 de octubre. De Portugal a Rusia, no había una democracia liberal estable.
Aquellos hombres, y otros de diversa procedencia, se reunían en el café La Ballena Alegre, en casa de los Primo de Rivera y en la del marqués de Bolarque. Recurrieron al de más edad de entre ellos, apodado “el abuelo”, Narciso Martínez Cabezas, para que presidiera la presentación del acto que se pretendía, aunque los perfiles de sus consecuencias no estuviesen muy definidos. No se suele recordar que se intentó antes hacer el acto público en Burgos, pero que problemas gubernativos lo impidieron a favor de Madrid. El dueño del teatro de la Comedia de la calle del Príncipe, de Madrid lo cede gratuitamente. Se trataba de un acto con unas expectativas y repercusión poco percibibles desde era de la TV. Con antelación, en algunos lugares aparecen hojas volanderas con un fantasmagórico “Fascismo Español”, espontaneismo o provocación anticipada. Con posterioridad al acto, Ruiz de Alda, jugando con un diccionario y con la ambivalencia de las siglas del “Frente Español” /FE, se inspirará en lo marcial del helénico término “Falange”, suplantando a la inicial idea de MES; “Movimiento Español Sindicalista”.
Aquella esperada mañana del 29 de octubre a las 11 se dieron cita en la abarrotada sala, con una fuerte presencia policial fuera, dos mil personas, no pocas mujeres, de un amplio espectro ideológico, aunque de una media de edad inferior a la habitual. Estudiantes, militares primorriveristas acogidos a la ley Azaña, albiñanistas, alfonsinos, radicales jonsistas como Ledesma , en un palco por expresa invitación de Primo, y carlistas como el asturiano Casariego, poco amigo del título nobiliario que evocaba la toma de Estella, que me describió la principal intervención con contundente laconismo, que no pretendía elogio o desmerecimiento si no precisión; “la forma de Ortega y el contenido de Mella”.  ¡Ahí es nada!  La prensa en general reseñó el acto, que recogió al completo Delgado Barreto en La Nación, y elogió benevolentemente Victor Pradera enAcción Española.
Martínez Cabezas habló nada más que para presentar a los oradores; luego lo hicieron Alfonso García Valdecasas y Julio Ruiz de Alda,- el pitagorín blando y el resolutivo duro-, y, por fin, el apuesto poético y vibrante José Antonio, que explicó lo que, según él, debían ser las bases doctrinales del movimiento al que obviamente aspiraba: la unidad de España, la justicia social, ni izquierdas ni derechas, la regeneración de una Patria que no se encontraba a sí misma en la división de clases, partidos y regiones.

“…El Movimiento de hoy, que no es de partido, sino que es un Movimiento, casi podríamos decir un antipartido, sépase desde ahora, no es de derechas ni de izquierdas. Porque en el fondo la derecha es una aspiración a mantener una organización económica, aunque sea injusta, y la izquierda es, en el fondo, el deseo de subvertir una organización económica, aunque al subvertirla se arrastren muchas cosas buenas. He aquí lo que exige nuestro sentido total de la Patria y del Estado que ha de servirla:

“— Que todos los pueblos de España, por diversos que sean, se sientan armonizados en una irrevocable unidad de destino.

“— Queremos… que no se canten derechos individuales de los que no pueden cumplirse nunca en la cas de los famélicos, sino que se dé a todo hombre, a todo miembro de la comunidad política, por el hecho de serlo, la manera de ganarse con su trabajo una vida humana justa y digna.

“— …Y queremos, por último, que si esto ha de lograrse en algún caso por la violencia no nos detengamos ante la violencia, porque, ¿quién ha dicho al hablar de «todo menos la violencia» que la suprema jerarquía de los valores morales reside en la amabilidad? ¿Quién ha dicho que cuando insultan nuestros sentimientos, antes que reaccionar como hombres estamos obligados a ser amables? Bien está, sí, la dialéctica como primer instrumento de comunicación. Pero no hay más dialéctica admisible que la dialéctica de los puños y las pistolas cuando se ofende a la justicia y a la Patria…”*
José Antonio sufrirá una importante evolución en sus escasos tres años de prédica azul. Pero desde ese texto a su bello testamento la belleza de su magnífica oratoria y escritura está desgastada por el abuso de citas durante tantos años. A veces para retorcerlas en su orientación. Es difícil acercarse a ella como podía haberla escuchado un coetáneo para un español de hoy de más de 40 años sin verse contaminados o prejuiciados por esos soniquetes, que se repiten a veces sin saber a qué cuento vienen: “nada de un párrafo de gracias”, “inasequibles al desaliento”, “ los puños y las pistolas”…
La cuestión es que en ese momento, José Antonio despertó expectativas en todos, entusiasmo en muchos, decepción en otros. Su planteamiento era sorprendente por que no respondía a la presumible orla conservadora de un marqués que va en lista como independiente en un bloque de derechas y en la circunscripción gaditana de tradicional influencia de Ramón de Carranza. Pero el joven abogado de 30 años decepcionó esa etiqueta para los que fueron a ver al hijo del general, y no al padre de una novación radical, alejándose tanto del capitalismo como del socialismo, cuyo nacimiento justifica.Para José Antonio no hay libertad sin igualdad de oportunidades, que con los medios concentrados en una oligarquía no hay democracia y que la tarea de gobernar no puede caer directa o indirectamente en manos de los potentados que gobiernan obviamente en defensa de sus intereses, bajo una nueva fórmula que con declaraciones de rimbombante de libertad, la “palabrería liberal”, pretende engañar al pueblo.
Va a nacer esos días un movimiento político que confesadamente adoptará la bandera, el escudo y el nacionalsindicalismo de las JONS de Ramiro y Onésimo, con las que se fusionará. Un movimiento juvenil, pobre y obligado a una dialéctica de reacción defensiva, en la que nunca llevó la iniciativa, que le harán a la vez peligroso y atractivo como militancia. Quizá dos tercios de sus fundadores no vivirán seis años después. Ese pequeño núcleo de unos miles de jóvenes será embrión de un desbordante aluvión en medio de una guerra, por cálculo de conveniencia unos, refugio de supervivencia otros, pero con sincero entusiasmo no pocos.
 Eso, como diría el autor de “If”, ya es otra historia. La cárcel y el plomo no pudieron con la esperanza y la alegría que se “presentía en la entrañas”. No cabe duda de que poeta rimó ese octubre con profeta.
*El texto completo:
La totalidad de las O.C. en http://www.rumbos.net/ocja/

Francisco Díaz

viernes, 11 de noviembre de 2011

José María Zabala publica 'La pasión de José Antonio' (P&J)

José María Zavala es un conocido periodista y escritor español, nacido en Madrid, en 1962.
Jose María Zavala
En sus más de veinte años de experiencia profesional ha sido jefe de información del suplemento económico del diario El Mundo, responsable de la información financiera y de comunicación del mismo periódico, redactor del diario económico Expansión y subdirector de la revista Capital, promovida por el grupo alemán Bertelsmann.
Ha colaborado en proyectos editoriales para El Mundo, en la revista La Aventura de la Historia y en el semanario Alba; también interviene en IntereconomíaTVE, y en programas especiales en TVE, Antena 3 y Tele 5.
Es autor de casi una treintena de libros, entre los que sobresale su trilogía sobre la Guerra Civil prologada por el hispanista Stanley George Payne, La infanta republicana, La maldición de los Borbones y Bastardos y Borbones, todos ellos publicados por Plaza & Janés. También ha publicado El Borbón non grato, la única biografía del duque de Cádiz, y Don Jaime, el trágico Borbón, con La Esfera de los Libros, a los que se suma El Borbón de cristal, la primera biografía del príncipe de Asturias, Alfonso de Borbón y Battenberg, prologada por Luis María Anson.
Sus obras más recientes son El Patrimonio de los Borbones , Las mentiras de ZP y Padre Pío: los milagros desconocidos del santo de los estigmas, que va ya por la 5ª edición y donde se recogen centenares de testimonios inéditos de curaciones y conversiones obrados en pleno siglo XXI por intercesión del sacerdote canonizado por Juan Pablo II en 2002.


"A fuerza de querer exaltar la figura de José Antonio, hemos llegado a hacer de él casi un mito. Y, a mi modo de ver, su mayor importancia radica en que era un hombre como todos los hombres, capaz de debilidades, heroísmos, caídas y arrepentimientos". Pilar Primo de Rivera y Sáenz de Heredia... 

"Pese a ser uno de los personajes más estudiados en la historia reciente de España, la aureola mítica con que se ha cubierto demasiadas veces a José Antonio Primo de Rivera desvirtúa en parte su eminente figura: este libro, por tanto, no pretende ser una mera biografía del carismático fundador de la Falange Española, sino un relato de los aspectos más ocultos de su fascinante, pero breve, vida...Sus apasionados y desconocidos romances, los primeros días de la Falange, su vida familiar y política antes de la Guerra Civil... y durante la guerra: su encierro en una cárcel de Alicante, los intentos por salvarle de la condena a muerte por parte de sus compañeros, amigos y familiares."
José María Zavala.

José María Zavala nos convierte, por primera vez, en testigos directos del último adiós de Primo de Rivera, de todo lo que sucedió en ese patio de la cárcel de Alicante el 20 de noviembre de 1936. Un relato riguroso y apasionante, que en el 75 aniversario de la muerte del líder de la Falange, nos aporta un José Antonio desconocido y muy humano.

Título : La pasión de José Antonio
Editorial : PLAZA & JANES
Idioma : Español / Castellano
Fecha de publicación : 10/11/2011
Edición : 001
Número de páginas : 464

viernes, 4 de noviembre de 2011

Nuevo libro de Fernando de Artacho

La segunda bandera

Autor Principal: Artacho, Fernando de
La segunda bandera
ISBN: 9788493872892
Editorial: Guadalturia Ediciones
Fecha de la edición: 2011
Lugar de la edición: Sevilla. España
Encuadernación: Rústica
Medidas: 22 cm
Nº Pág.: 198
Idiomas: Español

Resumen del libro


La cruenta batalla de Brunete duró veinte días ininterrumpidos, en ella  lucharon con furia y violencia incontenida cien mil hombres. En el campo de batalla quedarían treinta mil del Frente Popular y doce mil de las fuerzas nacionales. Hay valor y heroísmo en ambos bandos, pero en los primeros días ese valor llega a su cenit, cuando un puñado de falangistas sevillanos detiene inexplicablemente, una y otra vez, a miles de brigadistas bien pertrechados, que con durísimos ataques conjuntos de infantería, artillería y aviación, atacan la posición de Villanueva de la Cañada.

Debido a la importancia y larga duración de la batalla, veinte días, este decisivo hecho de armas, ocurrido durante los dos primeros de la contienda, también pasó desapercibido por la gran mayoría de las personas; hoy es el momento de recuperarlo para nuestra reciente historia.

Actualmente, cuando una Ley de Memoria Histórica intenta, no recuperar la Historia con absoluta objetividad, sino reescribirla, es el momento adecuado para dar a conocer esta gesta que, por espurios motivos políticos de la época, como se demuestra en este libro, fue silenciada a la mayoría de la nación, pero quedó como memoria viva en la mente de sus protagonistas y de los sevillanos que vivieron aquellos momentos.




Un pueblo recupera la calle 'Primo de Rivera' tras pedir firmas a los vecinos

(Agencia EFE 1-9-2011)
El Ayuntamiento de Horcajo de Santiago (Cuenca) ha decidido volver a poner a una de sus calles el nombre de "José Antonio Primo de Rivera", en recuerdo del fundador de la Falange Española, a pesar de que esta nomenclatura fue sustituida en la pasada legislatura para cumplir la Ley de Memoria Histórica.
Según ha confirmado el secretario del PSOE de Horcajo de Santiago,Cipriano Arquero, están "perplejos" por el cambio de nombre de la calle, que se decidió en el último pleno municipal de la localidad con la mayoría del PP, que gobierna desde el pasado mes de mayo.
Arquero ha explicado que fue el propio equipo de Gobierno popular, encabezado por el alcalde Pedro J. Martínez, el que recogió firmas entre los vecinos, que pedían que se volviera al nombre anterior.
Hace aproximadamente un año, el anterior alcalde socialista, José Joaquín López, decidió, en cumplimiento de la Ley de la Memoria Histórica, cambiar la denominación por Pedro López Brea, último alcalde de Horcajo de Santiago antes de la Guerra Civil española, que comenzó en el año 1936.
Según Arquero, entonces se llevó a cabo el cambio en el callejero, en Correos y en la placa de la calle, ubicada en el barrio de El Congo de esta localidad de aproximadamente 4.600 habitantes, ubicada muy cerca de la autovía A-3 Madrid-Valencia.
El responsable socialista ha dicho que están estudiando el caso para emprender las acciones que sean necesarias porque se ha cambiado el nombre y se le ha puesto la de "un fascista".

Novedad de Editorial Barbarroja


De cada cuatro cayeron tres
Cristobal Cordoba

Ediciones Barbarroja
Madrid, 2011
424 páginas
19 euros
 
Hoy en día, en que tan de moda está hablar de “recuperar la Memoria histórica”, son muchos los que se llenan la boca a la hora de hablar de un supuesto pistolerismo falangista en los años 30 amparándose en la manipulada, malentendida y socorrida frase de José Antonio de la “dialéctica de los puños y las pistolas”. Para el actual sistema, especialmente para sus medios de Comunicación (más bien de “manipulación de masas”), la Falange era y es un grupo de asesinos sedientos de sangre…

Sin embargo, son muy distintas la realidad y la Historia. Y la realidad es que la Segunda República española fue un auténtico atropello antidemocrático y persecutorio hacia quienes no estaban ideológicamente situados a la izquierda. Hoy, casi ochenta años después, con todas las sucias falsedades que se han vertido de por medio, contaremos la verdad: la verdad sin caer en exageraciones ni complejos; la trágica y grandiosa verdad de unos hombres ejemplares, de una centuria de “luceros” que, como Ruiz de la Hermosa, entregaron su joven vida por esa esperanzadora Revolución que habla de Patria, Pan y Justicia y que España aún tiene pendiente.